Problemas de la piel más habituales en el hombre, cómo saber si los tienes y el modo de tratarlos

Aclaramos que ningún autodiagnóstico sustituye a una visita al dermatólogo, pero ser capaz de reconocer los problemas de la piel masculina más habituales y saber cómo ponerles solución puede ser especialmente útil en esta etapa tan anormal de nuestras vidas en la que nos encontramos encerrados en casa. Estos problemas de la piel, patologías y condiciones son muchos y diversos. A continuación te ofrecemos una pequeña guía orientativa para que sepas lo que está pasando en tu cara y cómo actuar.

Piel grasa deshidratada

Manifestación: Si pellizcas la piel de cualquier zona de la cara durante unos segundos y no vuelve a su estado natural enseguida, le falta agua y está deshidratada. Si, al mismo tiempo, aplicas la crema y no se absorbe en algunas zonas, puede que sus poros estén obstruidos y no la absorban. Este tipo de piel suele alternar periodos de deshidratación y de hiperseborrea y, en general, presenta reacciones adversas a muchas cremas.

Causa: “Se desconoce la causa, pero se cree que está relacionado con la distribución y proporción de las glándulas sebáceas y sudoríparas”, nos explica el Dr. Leo Cerrud.

Solución: Un buen diagnóstico es importante, así como utilizar cosméticos específicos para este peculiar tipo de piel. Suelen ir muy bien los productos hidratantes en textura fluida, sérum o gel, que previenen la obstrucción de los poros.

Piel con exceso de grasa

Manifestación: Se caracteriza por unos poros dilatados y unos brillos en su superficie que no desaparecen en todo el día, tanto en verano como en invierno.

Causa: La causa principal es el exceso de sebo, pero no la única. “Es un problema hormonal”, explica el Dr. Leo Cerrud. “En realidad, es una condición y no una patología. Además de por ese exceso de sebo, se produce por una renovación cutánea deficiente, que ocasiona brillos en zonas como la frente, la nariz o alrededor de la boca. Tener la piel grasa no es malo si sabes cómo manejarla.”

Solución: Utilizar jabones de efecto astringente con ácido salicílico dos veces al día y cambiar las cremas más untuosas por sérums y fluidos que aporten hidratación, pero no una dosis extra de lípidos. Se recomienda también una dieta baja en grasa (frutas, verduras, pescado…) y evitar los productos industrializados.

Acné

Manifestación: “Es una enfermedad infecciosa pilosebácea. Se caracteriza por los típicos granitos o papulopústulas, nódulos o quistes. Aparecen en la adolescencia y pueden quedarse para siempre o repetirse expontáneamente en la edad adulta”, explica el doctor.

Causa: La aparición del acné se puede deber a múltiples factores. Por lo general, está causado por una acumulación de grasa dentro del folículo que produce una inflamación en mayor o menor medida. No obstante, en la edad adulta casi siempre se relaciona con el estrés.

Solución: Utilizar jabones o lociones con ácido salicílico, peróxido de benzoilo y retinoides. La exfoliación con alfahidroxiácidos por la noche ayuda a renovar la piel y abrir los poros obturados. En caso necesario, el dermatólogo puede prescribir antibióticos.

Puntos negros

Manifestación: Son una obstrucción de los poros de la piel que se distinguen de otros tipos de granitos por su característico color negro. A diferencia de otros tipos de acné, en el punto negro el poro está abierto y obstruido por un tapón córneo que no permite el drenaje de la glándula sebácea.

Causa: “El exceso de queratina forma un cráter alrededor del poro dilatado y éste se llena de sebo, el cual se ‘solidifica’ y dificulta su extracción mecánica”.

Solución: Aplicar jabones con ácido salicílico. Llevar una dieta baja en grasa y en productos procesados. Realizarse limpiezas faciales profesionales periódicas, para higienizar la piel y cerrar los poros.

Rojeces

Manifestación: Diversas zonas del rostro se enrojecen visiblemente, sobre todo los pómulos, la nariz, y las mejillas, pero no sólo.

Causa: Puede haber varias causas. Las más comunes son la hipersensibilidad, la cuperosis o la rosácea. “¿Que diferencia hay? Podríamos decir, resumiendo muchísimo, que la rosácea es una cuperosis (manifestación de pequeñas venas varicosas en el rostro, de capilares dilatados por mala microcirculación sanguínea) complicada con acné. Es decir, primero está la cuperosis (se me pone la cara roja a veces, tipo Heidi) y luego está la rosácea (cara roja y además granos)”.

Solución: Es importante hacer un buen diagnóstico de tipo de piel para descartar un caso de piel grasa deshidratada. En los casos más leves, cuando se trata de una piel reactiva que responde puntualmente a cambios de temperatura o el consumo de alcohol, se pueden utilizar activos calmantes en crema de venta en farmacia, como la caléndula o el aloe vera. Si el problema es más grave, se recomienda acudir al dermatólogo, ya que podría tratarse de rosácea o cuperosis.

Manchas

Manifestación: Pequeñas áreas de la piel de un tono diferente al resto. En algunas ocasiones pueden ser más claras, pero lo normal es que sean más oscuras.

Causa: Hay múltiples causas. Las hiperpigmentaciones pueden aparecer por sobredosis de sol, por tomar algunos medicamentos, por causa post-inflamatoria, vascular, etc. “El éxito del tratamiento depende de la profundidad de la mancha (cuanto más profundas, más difíciles de tratar), el origen (cuanto más antiguas, peor) y la causa (hormonales, que son más habituales en las mujeres que en los hombres, solares, etc.)”.

Solución: La aplicación de cremas despigmentantes con alfa y beta hidroxiácidos como el ácido kójico, fítico, láctico, tranexámico… “Si son más resistentes, se recomienda hacer una visita al médico estético o dermatólogo para que aplique formulaciones más agresivas con hidroquinona. Ojo: si la mancha no mejora, aumenta de tamaño, tiene bordes irregulares o presenta síntomas como picor, inflamación o crecimiento… pide cita con el dermatólogo de inmediato. Podría tratarse de un cáncer de piel”.

Piel seca

Manifestación: Piel tirante, áspera, con sensación de picor y descamaciones.

Causa: El sospechoso habitual de una piel seca es la deshidratación, pero en momentos como los que estamos viviendo también podemos buscar la causa en el estrés. “En pieles sanas, suele deberse a la deshidratación, a una mala alimentación, al consumo de alcohol o tabaco, y también al estrés; y es justo esto último lo que, en estos momentos de confinamiento, gana protagonismo. Debido a dicho estrés segregamos más hormona cortisol, lo que ralentiza la fabricación de fibras de colágeno, la renovación celular y la humectación cutánea”.

Solución: Aplicar cremas untuosas y con compuestos activos altamente emolientes y que retengan agua, como el ácido hialurónico y/o la vitamina C, la cual estimula el colágeno y la elastina y al mismo tiempo la jugosidad de la piel. Asimismo, beber más agua y aumentar la ingesta de alimentos que contengan mucha cantidad (frutas, verduras, caldos…).

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